El Pechiazul

En marzo de 2024, dediqué una mañana a la fotografía de naturaleza en Bretaña en busca del pechiazul (Luscinia svecica cyanecula), un pequeño pájaro migratorio tan discreto que fascinante. Aunque esta ave se esconde la mayor parte del tiempo entre arbustos densos, la primavera es la época ideal para observarla: el macho se posa en un lugar visible para emitir su canto nupcial, rico en trinos e imitaciones, con el fin de defender su territorio y atraer a la hembra. Se reconoce por su pecho azul intenso, decorado con un “espejo” blanco, y por sus manchas rojizas en la cola, destacando por sus colores brillantes, poco comunes entre los pájaros europeos. El pechiazulse alimenta principalmente de insectos y arañas, que caza en el suelo.
En los humedales, al amanecer, antes de que la actividad humana aumente, también tuve la suerte de ver un garza gris, una garceta grande, así como un grupo de espátulas y gaviotas reidoras alimentándose tranquilamente. Estos momentos privilegiados muestran la riqueza de la ornitología en Bretaña y la importancia de la paciencia en la fotografía de aves, cuando la luz suave de la mañana revela toda la belleza salvaje de la región.










